La fe se desborda en peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe
Millones de visitantes visitan el Templo Mariano para celebrar a “La Morenita”.
Para los peregrinos, el 11 y 12 de diciembre son días de agradecimiento y de petición de lo imposible; es por ello que millones de personas acuden a expresar su fe a la Basílica de Guadalupe, el templo católico más visitado del mundo después de la Basílica de San Pedo.
A su manera, cada peregrino mexicano visita el centro mariano y se suma a personas extranjeras que, ya sea por fe o por curiosidad turística, hacen de la Basílica uno de los sitios más importantes del catolicismo a nivel mundial.
Este año la cuenta de peregrinos sumó a más de 7 millones de feligreses y sus testimonios dan cuenta de la importancia de Nuestra Señora de Guadalupe en el universo de significaciones culturales.
En entrevista para ADN40, Ardelia Aquiahuac, peregrina, menciona que con este ya son 30 años que viaja desde Actopan hasta la Villa de Guadalupe; de acuerdo con su testimonio, en está ocasión se puede apreciar más comercio que en años pasados en las calles de Tesoro, Oniquina, en mercados aledaños al templo y en la avenida principal: la Calzada de Guadalupe.
No todo es felicidad en estos días de júbilo. Se reportó, por ejemplo, que un grupo de peregrinos originarios de Huejotzingo, Puebla, sufrieron un accidente que dejó al menos 10 fallecidos; nunca se imaginaron, la noche de ayer, que vivirían un infierno tras regresar del Templo Mariano.
La Virgen de Guadalupe es, sin duda, una de las tradiciones más imbricadas en la cultura de los pueblos alrededor del mundo. Más allá de su dimensión religiosa, la devoción a la Virgen del Tepeyac tiene implicaciones que trascienden nuestras fronteras y consolidan los complejos procesos de identidad de una nación como México.
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