Para salvar al cetáceo más pequeño del mundo de la desaparición, el plan de emergencia para rescatar a la vaquita marina, contempla tanto el cautiverio como la clonación, a través de la obtención de material genético para su crioconservación.
Sin duda las medidas son inciertas al igual que su resultado, sin embargo pocas alternativas quedan ya, pues la vaquita marina se encuentra en un momento sumamente crítico, quedando menos de 30 ejemplares sobrevivientes en el alto golfo de California.
Por su parte el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), estima que la última vaquita marina podría morir a finales de 2017. Jorge Rickards, director general interino de WWF México, mencionó que ya no hay tiempo, se “necesita una acción integral hoy”.
ssb