La ciudad china de Wuhan, donde se originó el brote del COVID-19, realizará pruebas a sus 11 millones de habitantes tras la detección de nuevos casos después de relajar el confinamiento.
Todos los distritos tendrán que elaborar un plan para detallar cómo realizarán los test a los habitantes en un plazo de 10 días.
El proyecto deberá priorizar grupos vulnerables y áreas residenciales, según el documento de la comisión responsable de combatir el virus en Wuhan.
COn información de Reuters y Europa Press
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