El presidente francés, Emmanuel Macron, ordenó el lunes restricciones estrictas al movimiento de personas que durarán al menos dos semanas, para frenar la propagación del coronavirus.
Francia ya cerró restaurantes y bares, escuelas y centros de esquí, pero Macron dijo que se necesitaban medidas sin precedentes en tiempos de paz ya que la cantidad de personas infectadas se duplica cada tres días y las muertes aumentan en espiral. También indicó que el ejército ayudaría a trasladar a los enfermos a los hospitales.
En un mensaje televisivo al país, el presidente francés indicó que desde el martes al mediodía la gente deberá quedarse en casa y solo salir para actividades esenciales, también hizo un llamado a evitar el pánico y no caer en falsos rumores.
“Sé que lo que les pido no tiene precedentes, pero las circunstancias lo exigen. Estamos en guerra sanitaria. No estamos luchando contra un ejército o contra otra nación. Pero el enemigo está ahí, invisible, esquivo, progresando. Y eso requiere nuestra movilización general”, señaló.
Macron dijo que posponía la segunda vuelta de las elecciones locales del domingo y que suspendía la agenda de reformas del gobierno, comenzando con su revisión del sistema de pensiones.
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lhp