Ámsterdam, Holanda; Barcelona, España; y Venecia, Italia, son parte de los principales destinos turísticos en Europa que registran un exceso en el número de visitantes, por lo que desde 2019 comenzaron a aplicar acciones para reducir los visitantes; éstas son las medidas, de acuerdo al reporte de cadena CNN.
El gobierno holandés ya no promueve a Ámsterdam como destino turístico, en cambio, promueve otras de sus localidades. Así mismo aumentó el impuesto turístico en la capital del país, convirtiéndose en el más alto de Europa, pero a cambio mantienen la infraestructura en buen estado.
Venecia mantiene desde 2017 una prohibición para construir nuevos hoteles en la ciudad con el fin de ayudar a la economía local. Desde ese mismo año se destinan fondos para los “ángeles del decoro”, una organización al servicio de turistas pero que también impide un mal comportamiento al ser remitidos a las autoridades de ser necesario.
En Barcelona el impuesto nocturno es utilizado para introducir autobuses de la playa a la ciudad, que antes era obstruida por los propios turistas, y se promueven lugares poco conocidos en la ciudad catalana para dispersar a los turistas por todo Barcelona.
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