El exjefe de Nissan, Carlos Ghosn, dijo en su primera aparición desde su escape de Japón, que su arresto fue un complot contra de él.
Dijo a periodistas en Beirut que había sido tratado “brutalmente” por los fiscales de Tokio, a quienes acusó de ayudar a Nissan a destituirlo como presidente.
Ghosn afirmó que no estaba seguro de haber tenido un juicio justo si se quedaba en Japón. “Me sentí rehén de un país al que serví durante 17 años”, dijo.
Carlos Ghosn huyó de Japón el mes pasado, donde estaba a la espera de ser juzgado por haber declarado ingresos inferiores a los debidos, abuso de confianza y malversación de fondos de la compañía.
“Los cargos en mi contra son infundados. ¿Por qué han ampliado la línea de tiempo de la investigación, por qué me han vuelto a detener? ¿Por qué estaban tan decididos a impedirme hablar y exponer mis hechos?”, dijo Ghosn sobre las autoridades japonesas.
El martes, la fiscalía de Tokio emitió una orden de arresto contra la esposa de Ghosn, Carole, por presunto perjurio.
La Interpol publicó una “notificación roja” pidiendo su detención. Nissan dijo que una investigación interna descubrió que Ghosn presuntamente había empleado el dinero de la empresa en asuntos personales y que no declaró correctamente su renta violando así la ley japonesa.
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