Foto: laSexta
El viernes 7 de diciembre murió un joven ruso de 16 años tras pasar 19 meses en terapia intensiva debido a múltiples golpes que recibió en la cabeza al intentar defender a su madre de un violador.
Vanya Krapin llegó a su casa en mayo del 2017 y encontró a su madre tendida en un charco de sangre y sobre ella a su vecino, Roman Pronin, violando a Natalia Krapivina, mientras la acuchillaba.
Sin dudarlo, el adolescente agarró una pesa de tres kilos para golpear al agresor, sin embargo Roman, esquivó el golpe y tras forcejear, logró quitarle la mancuerna al menor y lo golpeó repetidamente en la cabeza hasta deformarle el cráneo para después salir huyendo.
Los vecinos alertaron a las autoridades, quienes al llegar al lugar solicitaron una ambulancia para ambos; Natalia sobrevivió a las 27 puñaladas, y se recuperó pronto, sin embargo, su hijo no corrió con la misma suerte, pues desde ese día cayó en un profundo estado de coma.
Las autoridades lograron dar con el agresor gracias a las cámaras de vigilancia de la zona, por lo que ahora enfrentará a la Ley de Rusia por haber matado al pequeño y por haber agredido y abusado sexualmente de Natalia quien vive gracias a la valentía de su hijo.
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erv