El juez federal Dana Sabraw de San Diego determinó que las autoridades estadounidenses no pueden separar a las familias que cruzan la frontera aunque lo hagan de manera ilegal y ordenó al gobierno trabajar para reunificar a las familias separadas por las políticas ‘cero tolerancia’ anti migrantes.
Debido a esto los padres deben ser reunidos con los pequeños en un plazo máximo de dos semanas para los menores de cinco años y al menos de 30 días para el resto de los menores.
El juez Sabraw también ordenó que el gobierno proporcione contacto telefónico entre los padres y sus hijos en un plazo de 10 días.
“La desafortunada realidad es que bajo el sistema actual, los niños migrantes no son valorados con la misma eficiencia y precisión que la propiedad por lo que se necesitan respuestas reactivas para abordar las circunstancias caóticas que ha creado el propio gobierno”, destacó el juez a la agencia internacional de información ‘AFP’.
La orden se dio a conocer luego de que la asociación de derechos cívicos ‘ACLU’ presentara la demanda en nombre de migrantes anónimos contra la Policía de Inmigración (ICE) para facilitar la comunicación entre los pequeños y sus padres.
erv