Muhammet Halit, un pequeño sirio que vive como refugiado en Turquía, fue fotografiado usando sandalias y llevando su equipo de boleo mientras miraba detenidamente hacia el interior de un gimnasio en la provincia sureste deAdiyaman. La fotografía dio la vuelta alrededor de todo Turquía y se viralizó rápidamente.
Halit huyó de la brutal guerra civil que se desarrolla en Siria y trabajaba en la calle tratando de ganar dinero para sustentar su vida como refugiado; ahora, y después de que la fotografía fuera comentada alrededor del mundo, el muchacho limpia las instalaciones del gimnasio para sustentar sus gastos, y puede hacer uso de todo el equipo de ese lugar. “Siempre había soñado con perder peso y ahora creo que puedo hacerlo trabajando” (sic), comentó Halit a la prensa local.
El dueño del gimnasio, conmovido por la sensación generada por la imagen,le ofreció al niño un pase de acceso completo y gratuito para usar las instalaciones de su centro deportivo y declaró a la prensa extranjera que “un niño, mirando por la ventana del gimnasio, con sandalias, en pleno invierno y cargando su mochila, era demasiado conmovedor. Nuestro objetivo era encontrarlo y ofrecerle una membresía de por vida y ahora él es uno de nuestros miembros” (sic).