La planta de coque que se construye en la refinería de Tula permitirá a Pemex producir 40% más gasolina y diésel con la misma cantidad de crudo; ésta tendrá en una primera etapa una inversión de 2 mil 600 millones de dólares.
El coque es un residuo sólido del proceso de refinación del petróleo y es un combustible que se usa para generar energía eléctrica en la industria cementera y siderúrgica.
José Antonio González Anaya, director general de Pemex aseguró que la empresa tiene finanzas “mejorables pero estables” y ha subido su calificación en la mercados internacionales.
A su decir, el 2017 ha sido un punto de inflexión para Pemex, porque el balance financiero está mejorando y por primera vez desde el año 2012 tendrá un superávit primario. “Este año estamos en ruta a cumplir nuestra meta de producción de un millón 944 mil barriles y el próximo año, lo más importante, por primera vez desde 2004 Pemex va a aumentar su producción. Esto es un enorme avance en términos de operación”.
Apenas en julio pasado se dio a conocer que Zama-1, el primer pozo exploratorio en aguas someras perforado por el consorcio privado integrado por Talos Energy, Sierra Oil and Gas y Premier Oil, encontró un volumen que se ubica como uno de los más grandes descubrimientos de los últimos años en el Golfo de México.
lmo