El legado de Marie Curie va más allá de sus descubrimientos científicos sobre la radioactividad en el siglo XX, fue la primera mujer que recibió un premio Nobel y la primer persona en ganarlo dos veces, además el poco espacio que tenían las mujeres en el mundo de la ciencia la convirtió en feminista mucho tiempo antes de que el término fuera sinónimo de la lucha femenina por ser consideradas en ámbitos que siempre fueron acaparados por los hombres.
Debido a la prohibición que existía en ese entonces sobre las tareas que podían realizar las mujeres, estudió ciencias clandestinamente en Varsovia, Polonia y en 1891 con tan solo 24 años viajó a París para terminar sus estudios sin saber que ahí empezaría su trabajo científico más sobresaliente: El desarrollo de la teoría de la radiactividad.
Gracias a éste, en 1903 compartió el premio Nobel de Física con su marido Pierre Curie y con el físico Henri Becquerel quienes fueron sus colaboradores en el desarrollo de técnicas para el aislamiento de isótopos radiactivos y el descubrimiento de dos elementos que aún se conservan en la tabla periódica: el polonio y el radio.
Poco después en 1911 ganó el premio Nobel de Química luego de fundar el Instituto Curie en París y en Varsovia, los cuales figuran actualmente como los principales centros de investigación médica; además durante la Primera Guerra Mundial creó los primero centros radiológicos para uso militar.
Su persistencia en el mundo de la ciencia la llevó a ser pionera de estos descubrimientos y también la llevó a la muerte; Marie falleció el 4 de julio de 1934 por una anemia aplásica causada por la constante exposición a la radiación por guardar tubos de ensaye con radio en sus bolsillos dispuesta a explicar su descubrimiento a cualquiera que estuviera dispuesto a escuchar, es por eso que hoy conmemoramos el fallecimiento de esta gran pionera en el mundo de las ciencias.
erv