La organización ‘Gumbudy’ colocó tableros en distintos puntos de las ciudades de Holanda como Ámsterdam y Róterdam para que las personas peguen su chicle que ya fueron utilizados, esto con el fin de convertirlos en el primer calzado en el mundo hecho a base de chicles recogidos de las calles de la ciudad.
Jolande Penninks fundadora de ‘Gumbudy’ creó con cuatro profesionales jubilados esta iniciativa, utilizando sus conocimientos especializados y su creatividad para mantener las calles limpias de chicles y resolver un problema perjudicial para el medio ambiente.
La organización se asoció con las autoridades municipales para recoger los chicles usados de los ciudadanos y sensibilizar a las personas adultas y a los niños sobre el impacto ambiental que tiene tirar este dulce.
Cabe señalar que el calzado tiene en la suela un mapa de la ciudad de Ámsterdam, “Nuestro compromiso diario es brindar a la gente buenas condiciones de vida, trabajo y ocio en la capital de Holanda” explicó Mustafa Tanriverdi del Departamento de marketing e inversiones de Ámsterdam.
Cada año, alrededor de 1.5 millones de kilos de chicle acaban en las calles de Holanda y limpiarlos cuesta millones de euros de los ayuntamientos del país. Además de que un chicle tarda entre 20 y 25 años en biodegradarse.
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lhp