Andrew Lodge, cardiólogo de Carolina del Norte, operó a la muñeca de una de sus pacientes para que ésta se sintiera acompañada puesto a que ya había sido sometida a tres operaciones de corazón, una al momento de su nacimiento, las segunda a los tres meses y la más actual a los cuatro años.
La madre de Mical Olaiz, la paciente de cinco años, había leído un artículo en el que el doctor Lodge operó a la muñeca de otra niña, por lo que decidió contactarlo para que le pusiera la misma cicatriz de su hija a una de sus muñecas favoritas.
El doctor aceptó la idea de la madre y llevó al quirófano a la muñeca de nombre Mía para ‘realizarle’ una operación a corazón abierto; al término de la operación la niña de cinco años se emocionó al ver que su muñeca tenía la misma cicatriz que ella.
“Ella es muy especial para mí, la quiero muchísimo. ¡Y ahora tiene una cicatriz como la mía!” mencionó a la cadena local ABC11.
El cirujano le dio a Mical las instrucciones de cuidado para la recuperación de su muñeca, entre los que se encontraban llenarla de besos, bañarla y jugar con ella.
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