El diseñador John Schooley y el copropietario de los parques acuáticos Schlitterbahn Waterparks, Jeffrey Henry, fueron acusados de homicidio no premeditado por la muerte del niño Caleb Schwab, quien falleció decapitado cuando se lanzó de un tobogán hace dos años en Kansas.
La fiscalía general del estado informó que otras trece personas sufrieron lesiones en el mismo tobogán, por lo que ahora ambos podrían sufrir condenas de entre 9 y 41 años de cárcel.
El pequeño de diez años resultó decapitado cuando del tobogán salió volando al aire y se golpeó con un aro en el aire en agosto de 2016.
Con este anuncio ya son tres las personas detenidas por la muerte del niño, pues la semana pasada el jurado de Kansas City acusó a Tyler Austin Miles, exgerente de operaciones del parque.
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