Gracias a la colaboración de veterinarios y cardiólogos poblanos, se logró la implantación del primer marcapasos a un perro en México. Trixie, una french poodle de 9 años de edad, fue la beneficiada.
El veterinario Christian Martínez comentó para las cámaras de ADN40 que Trixie era una perrita que tenía una enfermedad que causaba que su frecuencia cardiaca fuera demasiado baja, lo cuál hacía que sus demás órganos empezaran a fallar. En otros tiempos, no habría oportunidad de salvar su vida pero, gracias a la colaboración de cardiólogos y veterinarios, fue posible darle una segunda oportunidad al can.
A pesar de las complicaciones que se presentaron durante el procedimiento, los involucrados aseguraron que fue una experiencia gratificante por la que no se cobró, pero se aprendió mucho.
Se espera que en el futuro, tanto como veterinarios como cardiólogos, sigan colaborando para salvar más vidas humanas y animales.
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