Andrew Cotton, sufrió unaterrible caída mientras surfeaba en Nazaré, un municipio perteneciente a la comunidad de Portugal, la capital mundial de las grandes olas.
Puso a prueba su experiencia; sin embargo, el británico, no logró evitar la caída y terminó con la espalda fracturada.
Como todos los años, 230 surfistas asisten a Nazaré, en busca de la ola más grande del mundo, la cual es de aproximadamente 30 metros de altura; muchos de ellos terminan lesionados o con un trauma de por vida.
El sorfista, saldrá del hospital con lesiones menores, y con la esperanza de volver a las olas.
ahm