En Campeche los muertos salen de sus tumbas
Los restos de los difuntos son sacados por sus familiares para enterarse de lo sucedido durante su ausencia y ser “bañados”
El pueblo de Pomuch en Campeche es uno de los lugares más peculiares en todo el mundo, ya que cada 2 de noviembre los difuntos son sacados de sus tumbas para recibir un tratamiento especial.
La tradición de este pueblo con costumbres mayas dicta que después de tres años de fallecido, su familiar debe de ser sacado del ataúd para recibir su primera limpieza y ser fragmentado para tomar lugar en los osarios.
Cada Día de Muertos los osarios de esta zona son el recinto donde los familiares limpian los huesos de sus difuntos que aún pueden tener carne o que gozan de un blanco deslumbrante.
De hecho, esta actividad es tan natural que cada pariente puede indicarte cuáles son los restos de la abuela, el tío o su esposo.
En cada hogar las ofrendas tienen la comida preferida de los que ya no están y al centro de cada mesa no puede faltar el famoso pibipollo, un gran tamal redondo horneado bajo tierra con carne en achiote y condimentos.
Posteriormente, después de repintar cada espacio, cambiar las telas bordadas donde reposará su ser querido y haber limpiado perfectamente sus restos, los huesos son regresados al lugar, donde esperarán un año más para ser sacados para convivir un año más y enterarse de lo que ha pasado en su ausencia.
kcg