El investigador veterinario Daniel Mills de la Universidad de Lincoln, Reino Unido, llevó a cabo un estudio y junto con sus colegas llegaron a la conclusión de que los gatos no aman a sus dueños tanto con los dueños a sus gatos, debido a que no tienen un apego emocional y son independientes.
Otro experimento llevado a cabo por investigadores japoneses, realizaron una prueba cotidiana a 20 gatos y obtuvieron como resultado que llamar a tu gato por su nombre, simplemente no le importa. Los gatos reaccionaron de manera diferente al oír la voz de su propietario u otra persona, sin embargo, ninguno de ellos maulló o se acercó.
Hay gatos que hacen demostraciones de cariño, como ronronear entre otras, pero según este estudio comprobó que este tipo de comportamientos “afectuosos” se llevan a cabo con objetivos completamente diferentes, como comer o marcar su territorio.
_“Algunos gatos se muestran ariscos y reacios al contacto humano, o se estresan con las caricias”_ dijo el investigador.
Investigadores de la Universidad de Sussex registró en 2009, que el ronroneo es un ruido de bajo tono con un pico en la frecuencia de 220 a 520 hertz, similar al grito de un bebé y concluyeron que al hacer este gesto obtendrán comida.
Finalmente, también añadieron que son un problema ambiental y responsables de la propagación de un peligroso parásito llamado _Toxoplasma gondii_. Este parásito puede infectar casi a cualquier tipo de animal y humanos.
Los gatos se infectan con el _Toxoplasma gondii_ si comen ratones con quistes; estos parásitos residen en sus intestinos y son expulsados con sus heces. Estos quistes pueden sobrevivir en el ambiente durante meses.
Las personas que han sido infectadas tienen mayores tasas de neuroticismo, esquizofrenia y tienen tiempos de reflejos más lentos como involucrarse en accidentes de tránsito o cometer suicidio.
Cabe mencionar que no todos los que poseen un gato se infectan y hay otras maneras de obtener el parásito como comer carne poco cocida.
vch