Una doctora veterinaria oriunda de Ohio, Estados Unidos, contó una historia para la televisión de su país que causó conmoción. Se trata de una anécdota única que demostró porque la vocación en la profesión es de vital importancia para poder ejercerla.
De acuerdo con el testimonio de la doctora, en una ocasión una persona habría llevado una malherida tortuga a su consultorio. Usando fibra de vidrio, la veterinaria logro salvar y darle esperanza de vida al reptil. Después de que se recuperara, la tortuga fue liberada en un bosque cercano.
Curiosamente, durante una caminata por la ladera cercana, la doctora encontró a la tortuga caminando. Para recordar el momento, le tomó una fotografía a la que imprimió el siguiente texto: “Hace poco, paseando por la ladera, vi unos colores raros en las hojas. Para mi sorpresa, ahí estaba mi antiguo paciente, con la fibra de vidrio aún pegada… ¡Años después! A veces ser veterinario es lo mejor que hay”.
Asimismo, la doctora recomendó a personas que siempre que encuentren un animal malherido lo lleven a una clínica veterinaria para que reciba la atención que necesita.
rsj