Alrededor de 3 mil suecos se han insertado un microchip en sus cuerpos que les permite desbloquear el acceso a su oficina, gimnasio e incluso pagar el transporte público.
El llamado biohacking está en aumento a medida que más personas dependen de la tecnología portátil y los dispositivos interconectados.
El microchip tiene el tamaño de un grano de arroz y se inserta debajo de su piel
Cabe recordar que el año pasado, la línea ferroviaria estatal SJ comenzó a escanerar las manos de los pasajeros con chips biométricos para cobrar la tarifa del tren mientras estaban a bordo.
A pesar de la practicidad, médicos advierten que los implantes de chips podrían causar infecciones o reacciones en el sistema inmunológico
Con información de AFP
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