Un equipo apoyado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) halló un esqueleto humano de 10 mil años de antigüedad en el estado de Quintana Roo.
La estructura ósea se encontraba en lo que es conocido como el cenote más grande del mundo, de acuerdo con los investigadores a cargo del Proyecto Gran Acuífero Maya. Además la pieza se suma a otros cuatro esqueletos que se presume fueron de los primeros pobladores de esa región.
La investigación es liderada por el arqueólogo Guillermo De Anda, y en conferencia de prensa afirmó que el cenote cuenta con altares a Ek Chuah, el Dios del comercio, por lo que el espacio era un punto de reunión para comerciantes mayas.
“En su caminar hacia tierra adentro, tenían que hacer paradas en altares y en lugares sagrados para hacer un intercambio con los dioses y, de alguna manera, esta es una de las huellas que han dejado”, dijo sobre la cueva que tiene 347 kilómetros de túneles bajo el suelo.