Venta de niñas por usos y costumbres se mantiene aunque está prohibido

La venta de niñas indígenas es una variante “aceptada” de la trata de personas en comunidades originarias de México, aunque esta prohibida por ley.

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Publicado por: Redacción adn40

Los usos y costumbres permiten ponerle precio a las niñas y adolescentes de las comunidades indígenas en Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Tabasco, así como en la sierra tarahumara en Chihuahua y Sonora.

Su valor depende de su juventud, belleza o virginidad; un hombre mayor de 30 años puede realizar una oferta, respaldado por una tradición ancestral y el artículo segundo constitucional sobre la autodeterminación de los pueblos indígenas.

El precio puede ser de hasta 10 mil pesos sumado a un pago en especie como azúcar, pan y alcohol; este es el paquete básico para que alguien pueda adquirir una mujer en el sur del país.

Estados firmaron para evitar la venta de mujeres

Esto pese a que desde 2019, 31 entidades federativas hicieron reformas a sus códigos civiles para evitar los matrimonios forzados de menores de edad o que sean vendidas como mercancía, apenas en el 2020, Baja California se sumó a este acuerdo.

La venta de niñas sucede en las comunidades de los distritos de Putla, Juxtlahuaca y Tlaxiaco, en el estado de Oaxaca.

Venta de niñas en la comunidad triqui

Las niñas de la comunidad triqui no se le venden a cualquiera, existe una tradición en la cual el interesado platica con un señor de edad avanzada que es elegido por la comunidad por representar la sabiduría, conocido como embajador, éste, a su vez, consulta al padre de la muchacha para hacer el trato.


Luego platican con una mujer que lee las cartas para pronosticar el futuro de la pareja, si el resultado es bueno se cierra el trato, nunca se toma en cuenta la opinión de la futura esposa y la mayoría de las menores a las que casan tiene entre 11 y 14 años.

Una vez negociado, se espera a que sea miércoles por la noche, con antorchas y bebida en mano, el hombre va acompañado de su familia a pedir la mano de la niña, se da entonces una plática con el padre y la madre, pero a la prometida no se le permite cruzar palabra alguna con el que será su marido.

En la mayoría de los casos, las jóvenes parecen estar de acuerdo, pues su única respuesta es decir: estoy de acuerdo con la decisión de mi padre.

Violencia de grupos criminales en zona triqui


En medio de esta violencia contra la mujer, las comunidades indígenas de Oaxaca y guerrero se ven atrapadas entre las disputas de grupos criminales, muchos de estos habitantes han sido desplazados, asesinados o secuestrados por no querer colaborar con los cárteles.

Como parte de sus demandas, desde hace un mes la comunidad triqui ha realizado distintas movilizaciones en Oaxaca y la Ciudad de México en demanda de la entrada de la Guardia Nacional.

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