Hallan en el Templo Mayor el depósito más grande de estrellas de mar
El INAH indicó que la ofrenda “la coloca como la de la mayor cantidad de estrellas de mar de todas las descubiertas en el Templo Mayor”.
Una ofrenda en la que se han encontrado 164 estrellas de mar en la excavación del Templo Mayor, en pleno Centro Histórico de Ciudad de México, se apunta como el más grande depósito de estrellas de mar descubierto hasta ahora en estas ruinas, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un comunicado, el INAH indicó que la abundancia de esta ofrenda “la coloca como la de la mayor cantidad de estrellas de mar de todas las descubiertas en el antiguo Recinto Sagrado de Tenochtitlan”.
También representa un caso único de conservación de uno de estos equinodermos que, de manera similar a un fósil, preserva su forma casi intacta, pese el paso del tiempo
-apuntó el instituto.
El INAH explicó que entre los vestigios arqueológicos investigados desde 2019, a través del Proyecto Templo Mayor (PTM), están elaboradas ofrendas en las que los mexicas combinaron elementos terrestres como una figurilla de copal y el cuerpo de un jaguar armado con un atlatl -propulsor de dardos-, junto a organismos marinos: corales, peces globo, caracoles y estrellas de mar.
Arqueólogos del INAH anunciaron el hallazgo del depósito de estrellas de mar más grande que se ha encontrado hasta ahora en el Templo Mayor de la Ciudad de México.
— INAHmx (@INAHmx) March 14, 2022
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En el hallazgo destacó una estrella de mar de la especie Nidorellia armata, conocida coloquialmente como “chispas de chocolate”, de 22 centímetros, la cual preserva la impronta de su forma y estructura interna.
Cuál es el origen del mayor depósito de estrellas marina
El descubrimiento se realizó en el edificio circular conocido como Cuauhxicalco a finales de 2021, por el arqueólogo Miguel Báez Pérez y el especialista Tomás Cruz Ruiz, el más experimentado trabajador del PTM, es resultado de “afortunadas casualidades”.
Esta ofrenda es una de las más grandes que hemos encontrado en el Templo Mayor, por lo que, hasta no explorar los 30 o 40 centímetros de profundidad que creemos nos faltan, es difícil saber su significado
-explicó Báez Pérez.
Los expertos creen que fue, quizá, una de las primeras estrellas que los sacerdotes mexicas colocaron en la ofrenda, por lo que al recibir el peso del jaguar y de todos los elementos se hundió en lo que se cree es una capa de fibra debajo de ella, preservando la marca de su estructura interna y sus 22 centímetros de largo entre sus puntas.
La estrella de mar localizada por Báez Pérez y Cruz Ruiz continúa “in situ” y en las próximas semanas se analizará la forma más conveniente de retirarla en bloque para mantener su forma y facilitar su estudio científico en laboratorio.
Con información de EFE e INAH
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