2.3 millones de alumnos desertaron tras cierre de escuelas por COVID-19

Por motivos asociados directamente a la COVID-19, 2.3 millones de alumnos entre 3 y 29 años desertaron de seguir estudiando y no se inscribieron en el ciclo escolar vigente.

Además, 2.9 millones de estudiantes abandonaron sus estudios por falta de dinero o recursos, arrojaron los resultados de la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La encuesta detalló que de los 54.3 millones de alumnos de 3 a 29 años, 62.0% (33.6 millones) estuvo inscrita en el ciclo escolar 2019-2020. De estas, se estima que 2.2% (738.4 mil personas) no concluyeron el ciclo escolar 2019-2020 y más de la mitad (58.9%) señaló directamente que fue por un motivo relacionado a la COVID-19.

Para el ciclo escolar 2020-2021 los alumnos inscritos es de 32.9 millones (60.6% del total de 3 a 29 años). De estos, 30.4 millones (92%) son población que también estuvo inscrita en el ciclo escolar pasado (2019-2020) y 2.5 millones (8%) son inscritos que no participaron en el sistema educativo en el ciclo escolar 2019-2020.

Los estudiantes 3 y 29 años que sí estuvo inscrito en el ciclo escolar 2019-2020 pero que no continuó o desertó del sistema educativo en el ciclo 2020-2021 debido a la COVID-19 o debido a la falta de recursos económicos fue de 1.8 millones; la mayoría fue de escuelas públicas con 1.5 millones en comparación con 243 mil de escuelas privadas.

La ECOVID-ED 2020 permite conocer el impacto tras el cierre de escuelas del país, en la experiencia educativa de niños, niñas, adolescentes y jóvenes de 3 a 29 años, tanto en el pasado ciclo escolar 2019- 2020, como en el actual ciclo 2020- 2021.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la COVID-19 afectó a más de mil 500 millones de alumnos en el mundo y ha exacerbado las desigualdades en la esfera de la educación.

La contingencia sanitaria ha obligado a los países del mundo a tomar medidas extremas para resguardar la integridad de la población y así contener el contagio masivo, originando pérdidas invaluables en distintos ámbitos sociales y económicos, detalló el Inegi.

En este sentido, las recomendaciones se han centrado en una reapertura segura de las escuelas , tomando en cuenta todos los factores involucrados como son alumnos, maestros, padres de familia, autoridades escolares, el sector salud y la sociedad civil.

Así también, la prioridad presupuestal de los países debe centrar su atención en la educación, y las políticas educativas enfocarse en la población con mayor riesgo de rezago educativo, tales como personas en situación de crisis, grupos minoritarios, migrantes y personas con discapacidad.

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