Una intensa ola de calor calificada como “peligrosa” afecta a todo el oeste de Estados Unidos, principalmente California, en donde se han alcanzado temperaturas de 46 grados y según los meteorólogos se mantendrá por todo septiembre.
En Death Valley, el termómetro alcanzó los 53 grados el jueves primero de septiembre, el día más caluroso, mientras que el pasado lunes, el Valle de Sacramento también alcanzó nuevos máximos.
El ISO de California advirtió a los locales que “estén preparados para posibles cortes de energía rotativos”, y agregó que “la demanda de electricidad se pronostica actualmente en más de 52,000 megavatios, un nuevo récord histórico para la red”.
lmo