El gobierno de Francia permitirá que las fuerzas armadas del país sigan usando las llaves inmovilizadoras como método de arresto a pesar de que el ministro de interior, Christopher Castaner, anunció que la técnica sería vetada.
Ante dicho anuncio, cientos de uniformados de las fuerzas armadas se manifestaron por más de cinco días alegando que la prohibición los privaba de una herramienta clave para someter a sospechosos indóciles.
También manifestaron su molestia tras ser comparados con agentes estadounidenses o ser tomados como supremacistas blancos.
Tras las manifestaciones, el director de la policía nacional, Frédéric Péchenard, mencionó que “ya no se enseñarían las llaves de estrangulamiento en las escuelas de policía, pero se pueden seguir utilizando a criterio hasta que se ofrezcan alternativas”.
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