El parlamento de Francia aprobó una ley que prohíbe las terapias de conversión sexual para tratar de modificar la orientación sexual de personas y así imponer la heterosexualidad.
La norma prevé la inclusión de un nuevo delito en el Código Penal por “modificar o reprimir la orientación sexual o la identidad de género, real o supuesta” de una persona, que establece una pena de dos años de prisión y 30 mil euros (34 mil dólares) de multa.
El castigo aumentará a tres años de prisión y 45 mil euros de multa cuando se actué sobre un menor de edad o una persona que padece alguna discapacidad.
Condenamos formalmente a todos aquellos que consideran como una enfermedad un cambio de sexo o identidad
Las terapias de conversión sexual son utilizadas principalmente por grupos religiosos y de extrema derecha que buscan imponer la heterosexualidad normativa a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Con el voto unánime de todo el Congreso francés, los 142 diputados repitieron casi al unísono la siguiente frase: “No hay nada que curar”.
¡Se aprueba por unanimidad la ley que prohíbe la terapia de conversión! Estemos orgullosos, estas prácticas indignas no tienen cabida en la República. Porque ser uno mismo no es un delito, porque no hay nada que curar
Antes de que la nueva norma entre en vigor en el país, se trabajarán y discutirán las adiciones y modificaciones que quieran hacerse a la misma en un comité conjunto.
En los últimos días, el Parlamento de Canadá también aprobó una nueva moción en la que se prohíbe la práctica de las terapias de reconversión en una decisión unánime.
Con infromación de AFP
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