Sin educación ni trabajo: Más prohibiciones para mujeres en Afganistán

Conforme pasa el tiempo, la situación de las mujeres en Afganistán parece empeorar y es que desde que los talibanes retomaron su poder el año pasado, los derechos para ellas se siguen limitando.

Este grupo extremista ha incrementado las privaciones para el sexo femenino, lo que evidentemente es una violación a las libertades y derechos. Tan solo en una semana se anunció la prohibición a la educación superior y el poder trabajar en Organizaciones No Gubernamentales (ONGs).

Con este tipo de medidas el gobierno Talibán trata a las mujeres como ciudadanas de segunda clase, sometiéndolas a violencia y matrimonios forzados, pero sobre todo a una presencia casi invisible en el país.

A inicios de esta semana, martes 20 de diciembre, se dio a conocer que las mujeres ya no podrían tener acceso a la universidad. Según una carta del ministro de Educación Superior, la medida entró en vigor de manera inmediata y se mantendrá hasta nuevo aviso.

Un día después, se llevó a cabo una reunión en Kabul entre directores de escuelas privadas, clérigos, representantes de la comunidad y funcionarios talibanes en la que decidieron que ninguna mujer podía estar en las instituciones de educación superior, visitar las mezquitas ni asistir a seminarios religiosos.

Los hombres también han expresado su desacuerdo con estas medidas; estudiantes y maestros de la Facultad de Medicina en Afganistán se negaron a hacer exámenes y se retiraron de las instalaciones en forma de protesta y solidaridad con las alumnas.

Este sábado 24 de diciembre, el contexto en Afganistán se volvió más complicado, pues se publicó un nuevo decreto que establece que las mujeres no podrán trabajar en ONGs.

La orden fue emitida por el ministro de Economía, Qari Din Mohammad Hanif, y solicita a todas las organizaciones nacionales e internacionales despedir a sus empleadas; se mencionó que en caso de incumplir se les cancelará la licencia.

Según se ha justificado, esta nueva prohibición se decidió debido a que las mujeres no respetaban el código de vestimenta.

Sin duda estas prohibiciones han sido duramente condenadas por varios países y organizaciones internacionales y es que al dìa de hoy, las mujeres en Afganistán ya no pueden trabajar en la mayoría de los sectores, requieren un tutor masculino para realizar viajes de larga distancia y se les ha ordenado que se cubran el rostro en público.

Por si eso fuera poco, se les han impuesto límites en cuanto a educación y lugares de trabajo, así como restricciones para acceder a parques públicos. Conforme pasa el tiempo se les despoja de más derechos por los que han estado luchando incansablemente durante las últimas décadas.

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