El Reino Unido echó este martes un cable a la refinería Essar Oil UK con un acuerdo de pago de impuestos por etapas, lo que le permite seguir produciendo justo cuando el país se encuentra con que las gasolineras se están quedando vacías de combustible por las compras masivas impulsadas por el pánico.
Essar Oil (EOUK), que gestiona la refinería de Stanlow, con capacidad para 200 mil barriles diarios, había mantenido conversaciones con el Servicio de Recaudación de Impuestos y Aduanas (HMRC, por su sigla en inglés) con el fin de ampliar el plazo de enero para devolver cientos de millones de libras en impuestos diferidos.
“Con este acuerdo sobre el plazo de pago, disponemos ahora de un margen importante para estabilizar nuestro balance, que se ha visto afectado negativamente por la contingencia”, declaró el director financiero de EOUK, Satish Vasooja, en un comunicado.
Reino Unido, que se prepara para celebrar la cumbre mundial sobre el clima COP26 en Glasgow en noviembre, ha visto cómo los conductores se quedaban atrapados en las filas para llenar sus depósitos y decenas de gasolineras tenían que cerrar, mientras los precios del combustible alcanzaban niveles récord.
“La mejora del entorno en cuanto a márgenes nos da confianza para seguir siendo uno de los principales proveedores de combustible del Reino Unido, con una cuota de mercado del 16%", añadió Vasooja.
La escasez de conductores de camiones tras el Brexit, agravada por la paralización de las pruebas de permisos de conducción durante los confinamientos por COVID-19 y la salida de empleados del sector del transporte, ha sembrado el caos en las cadenas de suministro, aumentando la amenaza de la escasez y de las subidas de precios.
Essar Oil declaró que aún debe pagar 223 millones de libras (305 millones de dólares) al Servicio de Recaudación de Impuestos antes de enero. Dijo que el nuevo acuerdo con el HMRC estaba diseñado para ajustarse a sus ingresos.
Reino Unido ruega a los conductores que no acaparen combustible
El ministro de Transportes británico, Grant Shapps, rogó este martes a los conductores que dejen de llenar botellas de agua con combustible en las gasolineras, después de que las compras de pánico dejaron vacíos los surtidores en las principales ciudades y llevaron al Gobierno a poner al Ejército en estado de alerta.
Los conductores británicos buscaban durante horas o esperaban en colas para llenar sus depósitos. Decenas de estaciones de servicio estaban cerradas con carteles que decían que no había gasolina o diésel.
El Reino Unido puso un número limitado de conductores de camiones cisterna militares en estado de alerta para ser desplegados para entregar combustible en caso de necesidad.
El secretario de Transporte y algunos operadores de gasolineras informaron de que la situación parecía estar aliviándose, ya que las reservas de algunas gasolineras se habían repuesto.
“Estamos empezando a ver señales muy tímidas de estabilización que todavía no se reflejan en las colas”, dijo Shapps.
“Cuanto antes volvamos todos a nuestros hábitos de compra normales, más rápido se resolverá esto, y hago un llamamiento al público para que lo haga. En particular, no más botellas de agua en las gasolineras: es peligroso y no ayuda”, añadió.
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