El estrés es uno de los principales riesgos del calor nocturno

El aumento de las temperaturas durante el verano está rompiendo récords históricos en todo el mundo, sobrecargando la red energética y dañando la infraestructura crítica, además, las olas de calor ahora incluyen altas temperaturas nocturnas que no descienden lo suficiente para proporcionar alivio del calor opresivo, especialmente para las personas sin acceso a aire acondicionado, esto puede provocar entre la población, crisis de estrés.

Científicos han advertido que las noches más calurosas son una consecuencia de la crisis climática. En promedio, las noches se están calentando más rápido que los días en la mayoría de los Estados Unidos, según la Evaluación Nacional del Clima de 2018.

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El efecto de isla de calor urbano también contribuye al aumento de la temperatura nocturna, ya que las áreas metropolitanas suelen ser significativamente más calurosas que sus alrededores. Las ciudades con mucho asfalto, concreto, edificios y autopistas retienen más calor del sol, lo cual se libera durante la noche en lugar de enfriarse, según expertos en clima y salud de la Universidad de Washington.

La planificación urbana debe tener en cuenta el cambio climático y considerar la plantación de árboles en lugares vulnerables para proporcionar sombra y reducir la temperatura.

Además, es importante que las personas conozcan y tengan acceso a refugios con enfriamiento durante los períodos de calor extremo.

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Las altas temperaturas nocturnas afectan la capacidad de las personas para dormir, lo que puede conducir a l a privación de sueño y problemas de salud . Un estudio publicado en la revista One Earth encontró que las personas que viven en climas más cálidos pierden más horas de sueño por cada grado de aumento de temperatura.

A menos que se reduzca significativamente la contaminación que contribuye al calentamiento global, se estima que las muertes relacionadas con el calor podrían aumentar seis veces para fines de siglo debido a las temperaturas nocturnas más cálidas.

Además, los efectos del calor nocturno no se distribuyen de manera equitativa. El estudio mencionado reveló que los adultos mayores, las mujeres y las personas de países de ingresos bajos y medios son los más afectados, perdiendo más horas de sueño en comparación con otros grupos.

Las olas de calor prolongadas también se asocian con un mayor riesgo de muertes debido a que el cuerpo no puede enfriarse adecuadamente. Si no se toman medidas para reducir la contaminación y abordar la crisis climática, se espera un aumento significativo de los niveles de índice de calor peligroso en gran parte del mundo.

Es fundamental reconocer la importancia del descanso y la recuperación durante la noche para contrarrestar los efectos del calor diurno. Las altas temperaturas nocturnas impiden que los cuerpos se enfríen y aumentan el estrés sobre la salud.

La creciente temperatura nocturna durante los veranos está generando impactos significativos en la salud y el bienestar de las personas. Es necesario abordar la crisis climática y adoptar medidas para adaptarse a las condiciones cambiantes, incluyendo la planificación urbana sostenible y el acceso equitativo a refugios con enfriamiento durante los episodios de calor extremo.

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