Más de 100 ballenas piloto murieron varadas en las costas de Nueva Zelanda

A pesar de la crisis mundial a la que fuimos arrastrados debido al brote de COVID-19, la naturaleza nos dio varias sorpresas este año como la aparición de peces en el canal de Venecia y el color turquesa en las playas de Acapulco, sin embargo también vimos escenas fatales para el medio ambiente como la muerte masiva de varias especies a la que se suma el hallazgo de más de 100 ballenas muertas en Nueva Zelanda luego de resultar varadas.

Cerca de un centenar de ballenas piloto fueron halladas sin vida varadas a inicios de semana en las costas de Nueva Zelanda en el sur de las lejanas islas de Chatam, informaron las autoridades medioambientales.

Debido a las dificultades para acceder a la playa West, donde yacen al menos 97 ballenas piloto y 3 delfines, los equipos de rescate no pudieron llegar a tiempo para salvar la vida de estos cetáceos.

Por su parte, Jemma Welch, funcionaria del ministerio de preservación de la biodiversidad, informó que para cuando llegaron a la zona, ya había al menos 69 ejemplares muertos.

“Solo 26 de las ballenas estaban vivas en ese momento. La mayoría de ellas parecían muy cansadas y por ello fueron sacrificadas” mencionó Welch que se desempeña como guardaparques gubernamental quien añadió que la fatiga de los animales podría haberlos convertido en presas fáciles para los tiburones blancos atraídos por los fluidos que las ballenas muertas emanaron sobre la costa.

Welch explicó que las autoridades tomaron la difícil decisión tomando en cuenta el fuerte oleaje y al hecho de que el varamiento iba a atraer a grandes tiburones blancos.

Tras tomar la desición, representantes maorís realizaron una ceremonia tradicional para rendir homenaje a los espíritus de las ballenas, cuyos cadáveres se dejarán en la playa para que se descompongan de manera natural.

Aunque los científicos llevan estudiando estos varamientos desde hace décadas, todavía se desconocen las razones que llevan a los cetáceos a esta forma de suicidio.

Según los investigadores, los cetáceos podrían desviarse siguiendo a un miembro del grupo enfermo. Las condiciones meteorológicas o la presencia de depredadores podrían también llevarlos a desviarse de su itinerario.

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erv