Hallan segunda persona resistente al Alzheimer en el mundo

En México aproximadamente un millón 300 mil personas padecen la enfermedad de Alzheimer , la cual afecta con mayor frecuencia a las personas mayores de 65 años; es catalogada como una de las peores afecciones pues destruye la memoria y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo tareas más sencillas.

Sin embargo un nuevo hallazgo ha dado esperanzas para buscar un tratamiento contra la enfermedad para la que, a pesar de los avances científicos y tecnológicos, ha sido imposible encontrar una cura.

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Un hombre de 67 años es la nueva pista de la enfermedad neurológica que afecta a 60 millones de personas a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta persona es el segundo caso que se ha mostrado inmune a la enfermedad.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature Medicine, la pieza clave del hombre está en el gen RELN, H3447R (Reelin-Colbos) que codifica la proteína de señalización reelina, que es la que es una pieza importante en las principales alteraciones cognitivas de las demencias que se relacionan con la proteína tau, cuyo metabolismo alterado se relaciona con las enfermedades neurodegenerativas, de las cuales, la más importante es el Alzheimer.

El paciente J. Su comenzó con la enfermedad a los 72 años, más de dos décadas después de lo previsible, lo que significa para la ciencia un camino para buscar un tratamiento con base en él, que falleció a los 74 años por una neumonía por aspiración.

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Su cerebro fue estudiado en el laboratorio del Centro Médico Universitario Hamburgo-Eppendorf, en Alemania y hallaron que a comparación de los cerebros de enfermos de Alzheimer en donde se encontraban placas de la proteína beta amiloide, que se amontona en las neuronas, y ovillos de tau, otra proteína dentro de las células, casi no había este último factor.

Sí había beta amiloide, pero ovillos de tau en la corteza entorrinal casi no se registraban, cuando es una de las primeras áreas afectadas por la enfermedad.

De acuerdo con los científicos, estos resultados señalan que la enfermedad y la cura habitan juntas y solo hay que estudiarla para comprenderla. En caso de comprenderla se podrá retrasar la enfermedad 20 o hasta 30 años.

Es por ello que ya se busca desarrollar moléculas que imiten el efecto de las mutaciones protectoras o modificar el ADN con terapias génicas introducidas en el cerebro mediante un virus.

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