Diálogo en la obscuridad en Milán Italia, es una experiencia sensorial creada por el doctor en filosofía alemán Andreas Heinecke en 1988. La idea del programa de rehabilitación surgió para ayudar a un compañero ciego que trabajaba con él en una estación de radio.
Heinecke pensó que la mejor manera de empatizar con las personas invidentes, era sacar a los videntes de su zona de confort y llevarlos a un mundo sin imágenes.
“Cuando vienes a esta muestra, tú eres el ciego y el ciego es el vidente” Andreas Heinecke, TEDx 2011.
El doctor alemán, creó un recorrido de 60 minutos en la obscuridad total dentro de una habitación que reproduce cuatro ambientes distintos con olores, texturas y sonidos de la vida cotidiana.
El viaje inicia con la bienvenida de Mauro; “Ciao a tutti” (bienvenidos a todos), una persona invidente, quien será la guía durante el recorrido. En el primer cuarto trataras de sentir, pero el ser humano se vuelve un poco más “animal” al querer olfatear para saber si Mauro usa perfume y lo puedes seguir de esa manera.
En el segundo ambiente, Mauro dice a los “invidentes” que traten de tocar y adivinar lo que es, mientras hay sonidos de helicópteros, bocinas y sonidos de autos y motos. ¿Tendremos el sentido del tacto desarrollado al 100%?
La última parada del viaje es en un bar. Al entrar puedes percibir el olor a café, con una calurosa bienvenida de una voz femenina, que de alguna manera te hace sentir seguro.
"Es hora de despedirnos", dice Mauro luego de una breve charla. "Síganme que los llevó a la salida". El reencuentro con la luz es como renacer, parece que incluso respiras mejor, algo conocido con lo que te sientes a salvo.
Franco Lis, director científico del mismo instituto y no vidente desde que tenía 3 años expresó “Es una experiencia muy fuerte para las personas videntes porque el 85% de la información la reciben a través de la vista”.
Dialogue in the dark ha sido expuesta desde 1989 en 41 países. En América se puede visitar en México-Monterrey y en Argentina-Buenos Aires.
vch